INVESTIGACIÓN - HD
El documental desde el punto de vista fotográfico requiere no sólo documentarse de aquello que nos encontraremos en el camino, sino que además debe tener un concepto, una idea desde la que enfocar toda la producción; desde la preparación de la cámara hasta el etalonaje y tiraje de copias. En el caso de la Vía de la Plata surgen varias preguntas: ¿qué ve un peregrino durante tan largo trayecto? Sin duda, ciudades y pueblos, pero sobre todo ve campo, más que nada ve paisaje. Y ¿cómo vive ese paisaje? Mucha gente comienza el camino en grupo, alborotando, pero pasado no demasiado tiempo se llenan de soledad, silencio y cansancio. En estas circunstancias los peregrinos son parte del paisaje, digamos que éste los envuelve y traspasa. El paisaje deja de ser entonces un lugar al que mirar, un espacio que observar, deja de ser "postal". El paisaje y el peregrino son entonces tan sólo espacio.
Fotografiar un documental sin una idea directriz no tiene sentido. Con la idea en la cabeza uno dirige su mirada hacia donde "eso" puede estar e incluso de forma intuitiva lo va encontrando. Todo aquello que no tiene que ver con esa idea queda al margen, de forma que se puede extraer algo de verdad del mundo que fotografiamos. Así, tomamos, como referencia para el rodaje, el paisaje, el silencio, la soledad; y estos tres elementos plasmados también en los pueblos y ciudades, especialmente visibles en la piedra, la de las iglesias, de las casas, piedra que daba una idea de solidez frente al pasar del peregrino, único en el transitar. Así pues, quisimos buscar la forma en que el paisaje se manifiesta en la cámara, con total naturalidad, con el mínimo artificio (lo cual quiere decir normalmente, utilizar mucha técnica).